A la hora de usar lentillas para sustituir a las monturas, muchas personas lo hacen con poco cuidado. De esta forma, se ha generalizado una serie de prácticas o errores comunes que ponen en riesgo la salud de nuestros ojos.
Las gafas son un elemento muy utilizado tanto por hombres como por mujeres a la hora de compensar sus problemas de visión. Sin embargo, hay quienes optan por las lentillas para cumplir estas funciones, por muy diversas razones. El principal motivo suele ser estético, pues hay quien todavía asocia las monturas con connotaciones negativas sobre su aspecto físico y belleza, entre otros aspectos. Otro de los motivos para decantarse por el uso de lentillas es la comodidad. En este caso, los usuarios que deciden cambiar de monturas a lentillas lo hacen porque los rigores de su trabajo así lo requieren, o bien porque practican determinados deportes, entre otras razones.
Una vez en este punto, se debe señalar que realizar un mal uso de las lentillas puede poner en serio peligro la salud de nuestros ojos. Lo mismo ocurre cuando las lentillas no se adquieren en comercios autorizados y por profesionales. Se debe tener en cuenta que los ojos son un elemento muy delicado de nuestro cuerpo y que deben cuidarse con el mismo rigor que solemos hacerlo para con otras partes de nuestro cuerpo. Así pues, a la hora de usar lentillas, debemos hacerlo siguiendo al pie de la letra todas las recomendaciones del optometrista. Además, si sentimos alguna molestia de cualquier tipo, como por ejemplo, sensación física extraña, escozor, oro rojo o cualquier otra, es muy importante retirar inmediatamente la lentilla y acudir a tu optometrista.
Una vez puntualizados todos estos datos, a continuación, os hemos preparado unos pequeños tips sobre lentillas y su uso.
¿Qué hago si se me ha acabado el líquido de las lentillas?
Este es uno de los asuntos más recurrentes en tema de lentillas. Desde Visión Lorca aconsejamos siempre llevar en el bolso el portalentes con líquido limpio, con el fin de poder enjuagar tus lentillas fuera de casa así como conservarlas si es vuestro deseo.
Y es que, muchas son las personas que, dado el caso de que se quedan sin líquido para lentillas, tienden a buscar en internet todo tipo de remedios caseros que les ayuden con esta cuestión.
A este respecto, se debe tener en cuenta que las lentillas son un elemento muy delicado, el cual no puede ser limpiado ni almacenado con agua, ya sea del grifo, mineral, destilada o de las múltiples variantes existentes. El motivo es que el agua contiene bacterias y microorganismos que pueden resultar muy nocivos para la vista.
En este caso, si no se dispone de líquido para guardar las lentes de contacto porque se ha terminado la solución y no tenemos disponibilidad de comprar más, lo mejor es desechar las lentillas.
No es lo más ortodoxo, pero siempre será mejor que utilizar remedios que dañen nuestros ojos.
¿Los líquidos de lentillas tienen fecha de caducidad?
Por supuesto. Los componentes que conforman el líquido de limpieza de lentillas tienen una fecha de caducidad de unos 3 meses una vez abierto. Por lo tanto, es necesario llevar un seguimiento exhaustivo del control de la fecha en que se abrió el producto para evitar usarlo una vez haya transcurrido ese periodo, en el caso de que aún no lo hayamos terminado. El otro extremo es usar el líquido cuando haya caducado. Esta posibilidad no es recomendable, ya que, una vez transcurrido su periodo de validez, el producto deja de tener las propiedades de desinfección de las lentillas, aumentando el peligro y el riesgo de sufrir infecciones oculares.
¿Usar lentillas diarias o mensuales?
Por si no lo sabías, existen dos grandes bloques de lentillas en función de su vigencia y caducidad: son las lentillas diarias y las lentillas mensuales. Sin embargo, también podemos encontrar otras con caducidad y vigencia trimestrales anuales o lo que es lo mismo que convencionales. Una vez matizado este detalle, en esta parte nos vamos a centrar exclusivamente a las lentillas con caducidad diaria y posteriormente haremos lo propio con las lentillas mensuales.
Las lentillas diarias, como su propio nombre indica, son aquellas cuyo uso se limita exclusivamente a un día. Son las denominadas lentillas desechables y están diseñadas para ser utilizadas solamente durante una jornada. De esta forma, cuando te las quitas, van a la basura y no requieren mantenimiento de ningún tipo.
Por otro lado, existen otro tipo de lentillas con mayor duración, concretamente de 1 mes. Se trata de las denominadas lentillas mensuales y estas sí que requieren de mantenimiento. De esta forma, se deben guardar en un estuche de lentillas con líquido para desinfectarlas e hidratarlas y conservarlas para el siguiente uso.
Decidir si utilizar lentillas diarias o con caducidad mensual es una de las decisiones más importantes que deben tomar los consumidores de este tipo de productos. Algunos expertos atestiguan que son mejores las lentillas de uso diario, debido a que, al ser de un solo uso, son mucho más higiénicas y contienen menos compuestos químicos. Las mensuales, por su parte, en algunos casos pueden provocar trastornos oculares como el síndrome del ojo seco y la inflamación de los párpados.
Aun así, se debe matizar que, tanto en un caso como en otro, será determinante un uso responsable y medido para poder contribuir a disfrutar durante más tiempo de estos elementos de ayuda visual. Además, se recomienda no utilizar lentillas para trabajar si se hace uso continuado de pantallas. Para esas labores se recomienda el uso de gafas graduadas.
¿De qué material están hechas las lentillas?
Las primeras lentillas surgieron a finales del siglo XIX y se fabricaban en vidrio. Este material originaba serios problemas ya que eran muy pesadas, lo que permitía su uso durante unas pocas horas diarias. Sin embargo, los avances tecnológicos han permitido una notable evolución en la fabricación de estos productos. En la actualidad podemos encontrar varios tipos de lentillas en función del material del que están fabricadas:
- Lentillas rígidas o duras: están fabricadas con un plástico duro llamado polimetilmetacrilato (PMMA) que se caracteriza por su dureza. Fueron las primeras lentillas que empezaron a comercializarse, pero en la actualidad han quedado prácticamente obsoletas, ya que el material del que están realizadas no permite el paso del oxígeno. A esto se suma que son muy incómodas y cuentan con una gran facilidad para desprenderse del ojo, por lo que no se aconseja su uso en personas que practiquen deporte o que se muevan mucho.
- Lentillas RGP: estas lentes, denominadas comúnmente como “rígidas gas permeable”, están diseñadas para corneas irregulares o con astigmatismos altos. Además, proporcionan una excelente calidad de visión. Están fabricadas de un material compuesto por un plástico rígido pero poroso, por lo que sí dejan pasar el oxígeno.
- Lentillas Blandas: suelen ser las más usadas en la actualidad. Se suelen elegir por su comodidad, permeabilidad al oxigeno e hidratación. Estas lentillas se fabrican en un material llamado hidrogel de silicona y suelen contener entre un 40% y un 80% de agua, lo que ayuda en gran medida a que se adapten fácilmente a nuestro ojo.
¿Puedo dormir con lentillas?
Siempre que nos lo indique tu optometrista, las lentillas blandas con alto paso al oxígeno sí están homologadas para dormir con ellas y también existen las lentillas Orto-K que solo se usan mientras duermes. Haz caso siempre a las indicaciones que te ofrezca tu optometrista.
En otros casos no se recomienda dormir con las lentillas puestas, ya que ello puede derivar en una úlcera corneal infecciosa provocada por bacterias o con lentillas que no desarrollan un suficiente paso de oxígeno a nuestros ojos.
¿Puedo usar mis lentillas de tipo mensual más allá de su periodo de vigencia de 30 días?
¡NO! Siempre hay que cumplir con los plazos y llevar a cabo el reemplazo correspondiente. Si las lentillas son de tipo mensual, deberemos reemplazarla a los 30-31 días, pero nunca se debe alargar este plazo, ya que la integridad del material se pierde y nos exponemos a un gran riesgo de infecciones, situaciones incomodidad ocular y mala visión. En el caso de las lentillas diarias ocurre exactamente lo mismo. Es de un solo uso.
¿Qué solución de limpieza uso para mis lentillas?
En el caso de las lentillas mensuales, tu optometrista te aconsejará qué solución única o peróxido es la adecuada, dependiendo de tu lágrima. Existen unas soluciones destinadas más a hidratar mientras que hay otras más indicadas para la limpieza profunda de depósitos, etc.
¿Cuánto hace que no cambio mi estuche?
Muy importante cambiar el estuche donde conservo mis lentillas. La limpieza del portalentes es tan esencial como e de la propia lentilla, porque por mucho que limpies la lentilla a diario, si el portalentillas está sucio, puede estar y de hecho estará lleno de bacterias y suciedad.
Aconsejamos reemplazarlo al abrir una solución única nueva o en cualquier caso lavarlo con la misma solución única, nunca con agua.
Esto es solo una breve recopilación de algunas de las cuestiones que pueden asaltarnos la mente en cuestión de lentillas. Recuerda que las lentillas son un complemento muy importante para nuestra visión. Si tienes alguna duda o consulta, puedes ponerte en contacto con nosotras.
Recuerda que en Visión Lorca ¡Estamos para ayudarte!